Plaza de España

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lunedì 26 ottobre 2015

ENTREVISTA A EDUARDO MENDOZA

El viernes 16 de octubre visitó nuestro liceo el novelista Eduardo Mendoza, autor fundamental para comprender la novela española de los últimos cuarenta años.
Con su habitual amabilidad se prestó a que le hiciésemos la entrevista que a continuación les ofrecemos.

- ¿Dónde estudió, Sr. Mendoza?
- Estudié en colegios religiosos malos, por eso me convertí en un hombre rebelde y descreído. Bueno, lo de rebelde a mi edad ya no tanto.
- ¿Cuándo empezó a escribir?
- Comencé a leer y a escribir a los cuatro años. Antes se empezaba a temprana edad.
- ¿Qué cree que se necesita para ser escritor?
- Para ser escritor hay que ser poco trabajador, pero muy constante. Con escribir una página al día es suficiente. Es un trabajo de personas vagas.
-¿Cuándo descubrió su vocación de escritor?
- Desde pequeño quería ser escritor, pero no pensaba en poder vivir de ello.
- ¿Y trabajó en otras cosas a lo largo de su vida?
- Me licencié en Derecho y empecé a trabajar como abogado. Era un abogado sin interés por lo que me contaban mis clientes.
- Creo que también ha trabajado como traductor.
- Sí, he trabajado veinte años, como traductor al principio, y más adelante como intérprete, que era más entretenido. Ahora ya no, si no se practica, se pierde velocidad.
¿Le gustan los idiomas?
- Siempre me interesaron mucho las lenguas.  Me fue bien con el inglés, francés y alemán; sin embargo, nunca pude con el japonés y el griego clásico.
-¿Y qué tal con el italiano?
-El italiano es fácil hasta que uno empieza con los verbos irregulares. Aún hoy en día asocio el italiano al fantasma de los verbos irregulares.
- ¿Y cree que ha tenido éxito como novelista?
- Mis libros se han vendido mucho.
- ¿Se considera un autor muy prolífico?
- Calculo que habré escrito unos 15 libros en mi vida. Si dividimos esta cifra por los años que he vivido, tampoco es tanto, sale a un libro cada tres años.
- ¿Y qué tipo de novelas ha escrito?
- Mis libros son de dos tipos, históricos y de misterio.
- ¿En sus novelas históricas le interesa reproducir la historia con exactitud?
- Los libros históricos no son exactamente de historia, sino que me sirvo de la historia para reflejar el dilema moral que cada momento plantea al ciudadano.
- ¿A qué se refiere con “dilema moral”?
- Es difícil tomar una postura cuando se está viviendo un acontecimiento. Con la distancia temporal es muy fácil optar por un bando u otro, entonces ya sabemos cuáles son los buenos y cuáles los malos.
- En cuanto a sus libros de misterio, ¿qué opina?
- Sí, también he escrito libros de misterio, tontos, absurdos y de humor. Este segundo tipo de libros se venden más y te permiten escribir los otros.
- ¿Qué nos puede decir de sus personajes?
- El protagonista de muchas de estas novelas de humor es un delincuente loco con el que me identifico. Se puede seguir la historia de Barcelona a través de este personaje.
- ¿De dónde le viene la inspiración a la hora de escribir?
- La inspiración siempre viene de otros libros. Cuando empecé a escribir, imitaba a otros escritores. Leía a un escritor y lo imitaba, luego leía a otro y lo imitaba también. Hasta que un buen día leemos a un escritor y nos damos cuenta de que esa es la manera en que nos gustaría escribir.
- De acuerdo con lo que nos dice, ¿sólo podemos leer libros buenos?
- Hay que leer libros buenos y malos. Los malos nos enseñan lo que no tenemos que hacer.
- ¿Cree que, en el fondo, a todos nos gustaría escribir?
- La persona que tiene una vida interesante para qué se va a poner a escribir, ya tiene bastante con su vida.
- ¿Cómo se le van ocurriendo las ideas?
- Las ideas se me ocurren escribiendo. La idea inicial con la que uno empieza un libro muchas veces se queda fuera.
- Entonces, la inspiración sólo le viene de sus lecturas?
- Algunas veces te inspira alguna escena vista en la calle. Cuando uno está escribiendo desarrolla una percepción especial, es como si estuviese dotado de unas antenas que captan ideas para su obra. En estos casos, cuando leo el periódico, solo leo aquellas noticias que me puedan interesar para mis novelas. Somos “ladrones de imágenes”.
-¿Sabe si sus obras han inspirado a algunos autores?
- Muñoz Molina y Pérez Reverte me han confesado que decidieron escribir o cómo podían escribir después de haber leído mis libros. Te pone en funcionamiento un escritor próximo, ellos habían leído a Cervantes, a Quevedo, a Balzac o a Dickens, pero necesitaban a un escritor cercano para inspirarse.
- ¿Qué nos puede decir del género de la novela negra?
- La novela negra se desarrolló en los años 30. En los 70 se volvió a poner de moda, porque a algunos escritores les parecía una manera de reflejar la realidad de una manera menos aburrida que mediante la novela realista.
- ¿Había en España una tradición de novela negra cuando usted empezó a escribir?
- La novela negra contaba con autores importantes en Estados Unidos, Francia, Inglaterra y algún autor sueco, pero no en España.
- ¿Algún autor  español de este género?
- Vázquez Montalbán era muy amigo mío; había empezado a escribir cuatro años antes que yo. Pretendía mostrarnos el contexto social y político a través de este tipo de novela.
- ¿Algunas de sus obras se pueden considerar novela negra?
- Yo he desarrollado más bien una especie de parodia de la novela negra.
- ¿Por qué utiliza el humor en sus textos?
- El humor me permite no ser riguroso en cuanto a la estructura del género.
- ¿Por qué no escribe sobre acontecimientos recientes?
- Para escribir sobre acontecimientos contemporáneos hay que dejar pasar un poco de tiempo.
- La mayoría de sus novelas se desarrollan en Barcelona. ¿Ha cambiado mucho la ciudad a lo largo de los años?
- Barcelona en tiempos de Franco era una ciudad gris, de dos colores: la parte alta, burguesa, trabajadora, ordenada, conservadora y la parte sur, cercana al mar, salvaje, canalla, de vicio y depravación. Había una frontera entre ambas. Era una ciudad de puerto como Marsella, viva pero sin personalidad clara ni imagen internacional.
- ¿Y cuándo cambió?
- El año de 1992 fue un año emblemático, antes los turistas  no paraban en Barcelona. Desde entonces han ido en aumento hasta el punto de que el ayuntamiento está pensando en limitar la entrada a determinadas zonas. Como en Venecia.
- ¿Qué sucedió para que ese cambio fuese posible?
- Como ha pasado con otras ciudades de puerto, Nueva York o Hamburgo, la ciudad estaba al servicio del puerto. Con la desaparición del puerto, han quedado zonas vacías para ser recuperadas al servicio de otras actividades como ocio, etc. Estuve hace poco en Nueva York y ha habido una transformación tremenda en estas zonas, restaurantes fashion, etc.
- ¿Y qué es lo que llama la atención de la Barcelona actual?
- Barcelona se ha convertido en una ciudad divertida con extraños focos de interés. En el salón del libro de París se destacaban tres cosas de Barcelona, Gaudí, el Barça y los cocineros de moda.
- ¿Este cambio sólo se ha producido en Barcelona o también en otras ciudades españolas?
- En España otras ciudades han sufrido la transformación de Barcelona, quizá aún en mayor medida. Estoy pensando en Bilbao. Antes era una ciudad gris, sucia. Desaparecieron las fábricas y se construyó el Guggenheim; en cambio, otras ciudades han decaído, como París. Una ciudad bonita pero sin vida.
- Y para terminar, una pregunta un poco más profunda. ¿Es usted del Barça?
- El Barça antes era un equipo muy malo, ahora es el mejor.

Irene Bottiglieri y José Manuel Vigil



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